lunes, 19 de julio de 2010

Soufflot, Perronet y el Panteón de París: Eficiencia y Economía de Recursos


"...Tras la caída de Napoleón, con la Restauración del Antiguo Régimen, el edificio recuperó su función eclesiástica para luego, durante la Tercera República Francesa y con motivo de los funerales de Víctor Hugo (1885), adoptar nuevamente una condición civil. Con ese carácter laico y esa función de monumento funerario permanece hasta nuestros días. Pero la fidelidad a las referencias históricas es solo uno de los aspectos significativos de esta obra. Es cierto que Soufflot era, ante todo, un estudioso de la arquitectura clásica y que su interés por catalogar obras de distintos períodos y de evaluar sus criterios proporcionales resultan conocidos. Sin embargo, esa valoración del pasado no excluía la posibilidad de una renovación: comprometido con los adelantos científicos de su época y convencido de los aportes que los ingenieros podían ofrecer a la arquitectura, no dudó en solicitar la colaboración de su amigo, el ingeniero Jean Rodolphe Perronet (1708-1794, fundador de la Escuela de Puentes y Calzadas, en 1747). Perronet se ocupó, primariamente, de calcular las dimensiones reales que los elementos estructurales requerían para, en función de ello, definir nuevos criterios proporcionales. Este solo hecho supone un cambio de mentalidad significativo en la cultura arquitectónica. En este proceso, el cálculo matemático de la estructura resultó no tanto o no solamente una herramienta proyectual como un objetivo: la eficiencia y la economía de recursos se convertían en nuevos paradigmas arquitectónicos. Ya no se trataba de confiar en los procedimientos empíricos, ahora era el tiempo de desarrollar teorías estructurales basadas en el conocimiento abstracto. A su vez, ambos encararon un análisis riguroso y científico de la resistencia de las piedras que se emplearían en la construcción de la iglesia. Como resultado de estas cuestiones no sólo se redujo la sección de las columnas interiores, también se completó su función: las columnas corintias de altos fustes cilíndricos, siempre exentas, siempre independientes, hablaban acerca de la belleza clásica y resultaban sostén de la cubierta. Así, las columnas cumplían aquella doble función original: la de soportar estructuralmente el peso del edificio y la de soportar formalmente el discurso de la belleza..."
arq. Rosario Betti. "Entre la fe y la razón" (extracto)
Patrimonio Mundial, Libro 01: Del Neoclasicismo a la Arquitectura Utilitaria. Clarín 2006

Las imágenes fueron tomadas de Flickr y pueden tener derechos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es realmente curioso que a pesar de los logros estructurales y compositivos del Panteón (en palabras de John Summerson es el edificio que mejor encarna la teoría arquitectónica de Laugier), fuera luego tan criticado por Jean Nicole Louis Durand en sus lecciones de Arquitectura, considerándolo un ejemplo de edificio caro e ineficiente.

Por otra parte, la idea original de Soufflot era mucho más liviana que el edificio actual, como demuestran las ventanas tapiadas que se ven al exterior y que de haberse podido conservar habrían dado al edificio un aspecto mucho más amplio y luminoso.

Un saludo.

Martín L dijo...

Gracias, Mr PFunes, por su comentario, de acuerdo en que un poco de luminosidad le hubiera dado una lectura actual mas "moderna"..¿o no?

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