jueves, 9 de julio de 2009

Mies, Gropius y Otto. El Valor de la Búsqueda Permanente



…”Gropius no quería una arquitectura basada en la forma, sino una arquitectura basada en las ciencias naturales. Mies van der Rohe era otro mundo y, aunque me entendía muy bien con él, tendía más a la creación, elaboración o construcción de la forma; proyectaba formas arquitectónicas. Gropius no buscaba la forma, sino lo esencial, lo sustancial”…
Frei Otto, Conversaciones con Juan María Songel. Barcelona, 2008, Editorial GG

Publicado originalmente en Der Architekt en octubre de 1997
Muy preciso y claro nuestro amigo Otto. Salvo por un período inicial, Mies no buscaba formas, porque ya la había encontrado:se basaba siempre en la misma geometría. Sobrevolaba diversas conformaciones estructurales y materiales dentro de un paralelepípedo regular: el Ortoedro. Como nos contaba Le Corbusier en vers une architecture, ese camino era ideal para llegar a la satisfacción del espíritu, pero le resultaba très difficile de lograr. Mies encontró el atajo para hacerlo très facile: Lo vació de programa, trasladando el problema a los futuros usuarios: El Crown Hall del IIT en Chicago entre 1950-1956, el Edificio Seagram en New York 1954-1958, las Oficinas Bacardi en México 1957-1961, la Nueva Galería Nacional de Berlín 1962-1968. Todos ellos conciben el vacío neutro fundamentado en la flexibilidad, pero para que pueda desarrollar alguna función es obligatorio volver a diseñar las disposiciones interiores: un poco mucho cuando el proceso se repite al infinito.
Gropius no era –generalmente- la pluma de oro de sus oficinas, sino más bien buscaba apoyarse en un socio o colaborador y con su visión y ética del diseño ayudarlo a depurar la idea. Como estos personajes fueron rotando a lo largo de su historia profesional (Adolf Meyer, Maxwell Fry, Marcel Breuer, Konrad Wachsmann, todo el grupo del TAC) la idea de una búsqueda permanente, mas cercana al laboratorio que al prejuicio, le permitió desarrollar una arquitectura muchísimo más amplia que aún no es del todo reconocida. Además del edificio de la Bauhaus en Dessau, podemos citar: El Teatro Total de 1927, el Siedlung Dammerstock de 1927-1928, el Village-College en Cambridgeshire de 1936, la Aluminium City Terrace en Pittsburg de 1941, la Embajada de Estados Unidos en Atenas en 1956-1961 y el Edificio de Pan American Airways en New York de 1958-1963, entre tantos otros.

El que busca, encuentra. Mies la encontró demasiado rápido y quedó encerrado en un mismo concepto, o quizás no se animó a salir. Gropius siempre fue por más y no se equivocó. Su trayectoria profesional puede tener mayores altibajos pero la necesidad de no quedarse cómodo y exponerse es una de sus mejores lecciones…

Publicado por el arq. Martín Lisnovsky

2 comentarios:

Cecilia dijo...

Creo, amigo Martín, que el grupo que mejor representa las ideas de Gropius hoy son los SANAA, y en parte Herzog&deMeuron. Siempre sorprenden con algo nuevo, distinto, no parecido...comparto tu punto de vista. Gracias

Salmón dijo...

Peso sólo la Bauhaus tiene el nivel de los 5 mejores edificios de Mies. Mies perfeccionó una idea, Gropius prefirió desarrollar varias, aunque no llegó al mismo nivel...

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