miércoles, 11 de abril de 2007

Peter Rice imagina


Arquitectura en Movimiento:
El espectáculo deportivo ha sido siempre una parte importante de mi vida. Estoy fascinado por el paralelismo entre el drama del deporte y otros eventos en la vida real. Las carreras sobre superficie plana tienen una gran afinidad con la arquitectura. Observar desplegarse una carrera de caballos es como observar la construcción de una ciudad siendo construída ocupando lugares en tiempo real. En las últimas partes de muchas carreras, existe un instante donde todo el futuro, el resultado de la carrera, está claro por la disposición de los caballos. Cada caballo se encuentra tan aislado y diferenciado de los demás como los edificios lo pueden estar en una manzana. El tiempo que la carrera toma en desarrollarse tiene su paralelo con el tiempo en el que toma en construirse una manzana. El tiempo después de todo no es más que una marca o una medida de longitud sobre la totalidad infinita de un tiempo que no tiene final. Los últimos 10 segundos de un Gran Premio Hípica y los 600 años de construcción de Siena tiene en el fondo el mismo significado para las respectivas escalas de valores.
La carrera de caballos, en su nivel más alto, es un insuperable estudio en movimiento de la forma de los objetos que vendrán. Los más refinados caballos pueden acelerar sin ninguna modificación aparente de esfuerzo y uno los va comprendiendo a medida que observa los resultados a los que llegan. Congelado en la mente momento tras momento.
Cada elemento se encuentra en la imagen. Un verdadero mundo tridimensional y escultórico en movimiento. Cada uno de nosotros debería ser inducido a aprender sobre las carreras. Te enseña como observar cuando aún el evento más pequeño puede cambiar todo. Un caballo pisa una capa de césped demasiado grande, provocando un repentino cambio de dirección y haciéndole perder segundos. Frágiles, sensibles y elegantes, los caballos son las más exquisitas y sincronizadas máquinas las cuales deben ser guiadas con gran sensibilidad y comprendiendo su delicadeza. Los Jockey transmiten todos los pensamientos a través del movimiento de la mano y del balance y posición del cuerpo. Atentos en cada momento a los más inesperado.
Es la combinación de dos supremos y refinados atletas armónicamente unidos el uno al otro en el siempre cambiante e infinito mundo de las carreras. Una nueva arquitectura instante tras instante.

Extracto de "An Engineer Imagines", Peter Rice, 1993, Editorial Artemis.
Traducción de la Revista Domus 749 de mayo 1993
Fotografía del Aeropuerto de Kansai.

Editado por el arq. Martín Lisnovsky

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